El pasado viernes 4 de abril, Rafa, en un taller de sensibilización a la solidaridad organizado por el
área de Cooperación del Ayuntamiento de la Rinconada, abría nuestras mentes mediante juegos, lecturas y reflexiones. Me parece buena idea, por lo interesante que resultó y el buen sabor de boca que le dejamos a Rafa, hacer un pequeño resumen para que no se nos olviden nunca las conclusiones a las que llegamos y que siempre puedan encaminar nuestras vidas.
En primer lugar, por grupos, anotasteis en la pizarra qué era para vuestro grupo la solidaridad. De todas las palabras que al término de la actividad estaban escritas en la pizarra, Rafa destacó una:
COMPARTIR.
Más tarde, la clase se dividió en dos y os divertisteis jugando a ordenaros por alturas con la condición de no hablar. ¡Y los conseguisteis! Después, en grupos de dos o tres, hicisteis un dibujo también sin hablar, si bien os las tuvisteis que apañar para que todos los miembros del grupo estuvierais de acuerdo en ese dibujo. Al término de esas dos actividades, Rafa os explicaba que habíais estado haciendo solidaridad y
COOPERACIÓN. Habíais colaborado y os habíais esforzado por un objetivo común.
"Si nos ponemos de acuerdo en un mismo objetivo, lo conseguiremos siempre", decía.
Después, leímos un
cuento, Sopa de piedra, cuya enseñanza podemos llevar a todos los ámbitos de la vida. Y la llevamos. Así, decía Rafa: "Si tengo tres paquetes de gusanitos y cuando ya no tengo ganas de tomarme el tercero se lo doy a un amigo que no tiene, ¿eso es solidaridad? No es solidaridad porque eso no es compartir, es dar lo que nos sobra".
SOLIDARIDAD = COMPARTIR. Aquí, tuvimos que hacer mención al texto que hacía unos días había escrito nuestro compañero Marcos sobre el egoísmo con esa misma idea que Rafa nos estaba contando ahora (podéis pinchar
aquí para leerlo de nuevo)
Rafa nos explicó las estrategias que el Ayuntamiento de la Rinconada pone en marcha con la hucha mágica de la recaudación de impuestos, es decir, con la colaboración de vuestras familias. Os pareció muy interesante y leí un asombro orgulloso pero inocente que me gustó.
Para terminar, Rafa nos dejaba con un bonito mensaje:
"El primer gesto para ser solidario es la sonrisa, porque con una sonrisa, somos amables, y siendo amables, somos educados. Si somos educados, podremos ayudar". ¡No lo olvidemos nunca!
