La vaca estudiosa es un divertido poema de Elena Walsh que ilustramos
por grupos en clase. Ahora, con la colaboración especial de nuestro
queridísimo Alberto, suena más bonito que nunca.
Gracias, Alberto, por
estar tan cerca de nosotros, por no querer perderte ni un detalle, por
ser un ejemplo, y por regalarnos este recitado tan bello y musical.
¡Te
queremos!
Había una vez una vaca
en la quebrada de Humahuaca.
Como era vieja, muy vieja,
estaba sorda de una oreja.
Y a pesar de que ya era abuela
un día quiso ir a la escuela.
Se puso unos zapatos rojos,
guantes de tul y un par de anteojos.
La vio la maestra asustada
y dijo: -Estás equivocada.
Y la vaca le respondió:
-¿Por qué no puedo estudiar yo?
La vaca, vestida de blanco,
se acomodó en el primer banco.
Los chicos tirábamos tiza
y nos moríamos de risa.
La gente se fue muy curiosa
a ver a la vaca estudiosa.
La gente llegaba en camiones,
en bicicletas y en aviones.
Y como el bochinche aumentaba
en la escuela nadie estudiaba.
La vaca, de pie, en un rincón,
rumiaba sola la lección.
Un día toditos los chicos
nos convertimos en borricos.
Y en ese lugar de Humahuaca
la única sabia fue la vaca.
Mª Elena Walsh
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