domingo, 28 de enero de 2018

La princesa de la tortilla francesa

Hace unos días, comenzamos un bonito y divertido trabajo de expresión escrita a partir de la lectura de una fuente de inspiración que para nosotros tiene un significado muy especial: La princesa de la tortilla francesa. Y es que su autor, José Antonio Francés, ya relucía en nuestra memoria asociado a grandes experiencias artísticas y literarias (La Familia Rimaldi o diferentes adivinanzas utilizadas en clase), así como a nuestro amigo Íñigo Núñez, junto al cual formó parte del elenco de Ñaak el espantapájaros.

Como alumnado de cuarto de primaria, ya no nos conformamos con identificar rimas en textos orales o escritos, sino que también queremos analizarlas y comprenderlas para disfrutarlas más y mejor. Y sobre todo, ¡para aprender a hacerlas!

Así, tomamos un tierno y poético momento de este cuento rimado en que los besos se convierten en protagonistas, para identificar y analizar rimas explicando la diferencia entre asonante y consonante. Aprendimos a señalar la última vocal acentuada en diferentes palabras para analizar los sonidos vocálicos y consonánticos comunes desde ella. ¡Hasta que nuestra pizarra se llenó de parejas de palabras que rimaban! Otras no lo hacían, y si las colocábamos al final de un verso, decíamos que este quedaba suelto.

Ya estábamos preparados para dar un paso más: Inventar estrofas de cuatro versos siguiendo diferentes esquemas de rima dados. ¡Pero sobre un mismo tema! ¡Los besos! ¿Qué mejor forma de celebrar el ya próximo día de la paz que mostrando este trabajo a los compañeros de todo el cole? Y así fue como nos propusimos continuar ese catálogo de besos que tan feliz hace a Rita con nuestras propias aportaciones ¡y con una motivación añadida! ¡Tal vez algún día podamos hacer llegar nuestro trabajo al mismísimo José Antonio Francés!

Y así fue como nos agrupamos formando equipos de trabajo y... ¡en esas estamos! ¡Disfrutando del placer de la lectura y convirtiéndonos en auténticos poetas!






martes, 16 de enero de 2018

Una mañana de teatro

¡Y por fin llegaba tan esperado momento! ¡Día de excursión... y de teatro! ¡Y en inglés! Maravilloso fue para la seño veros disfrutar, cantar y entender todo lo que allí mágicamente se descubría. Porque no me diréis que no es mágico contemplar cómo personas de carne y hueso crean para nosotros un mundo de fantasía... Dejarse llevar por nuestra imaginación y la de los actores que nos regalan su arte en el escenario, es una maravillosa experiencia. ¡Y para nosotros no es nueva! ¡Aunque siempre es única! ¡No hay curso que faltemos al teatro! ¡Y en 4º no iba ser menos!

Nuestra compañera Laura fue muy afortunada y Pinocchio la sacó al escenario para que lo acompañara en su visita al circo. ¡Su cara de felicidad lo decía todo! ¡Cómo disfrutamos con las canciones! ¡Y qué bien las cantamos durante la representación! ¡Parecíamos parte de la compañía de teatro! Sin duda fue una magnífica adaptación de Pinocchio que además de divertirnos, nos hizo poner en práctica todo el inglés que ya sabemos.

(Pinchando aquí podéis recordar las actividades que realizamos en el cole para preparar la obra).

Pero si el teatro fue una gran experiencia, el paseo hasta el Parque de los Príncipes no se quedó atrás. Y es que es muy divertido pasear por las calles de Sevilla con los compañeros del cole. ¡Ocho clases! ¡Toda una aventura compartida con los compañeros del segundo ciclo!

Y caminando, caminando, llegamos al parque, donde tras tomar el desayuno, también tuvimos tiempo de juego. ¡Y no nos llovió! Eso sí, tuvimos que tener cuidado con algún que otro charco que rodeaba la pista pero... ¡todo marchó sobre ruedas! ¡Claro! ¡Si ya estamos en cuarto!

Antes de irnos del parque para coger nuestro autobús de vuelta a San José, nos hicimos unas bonitas fotos de grupo. Se nos ve contentos, ¿verdad? Una sin la seño, y otra con la seño, que no quiso resistirse a acompañar a su maravilloso y queridísimo grupo. ¡La imprimiremos y la pondremos en clase! ¡Y nos haremos una nueva con nuestro Álvaro!

El camino de vuelta nos reservaba unas últimas y bonitas vistas que disfrutamos mucho, como el lago donde nadaban los patos. Con algunas fotos del camino nos despedimos, esperando que hayáis disfrutado con esta pequeña crónica casi tanto como nosotros lo hicimos aquel día.