Ayer, tras volver a contar nuestro bien conocido cuento ¿Hay algo más aburrido que ser una princesa rosa? de Raquel Díaz Reguera, nos adentramos en la magia del último título de esta autora e ilustradora que tanto y tan bonito nos enseña: Cuando las niñas vuelan alto.
Dispuestos en círculo, como más nos gusta para vernos, escucharnos y comprendernos, nos encontramos con algunos personajes del cuento e intentamos relacionarlos con algunas de las descripciones o características que sobre ellos aparecen en el libro. La señora Bellezaexterior, el señor Reflejos, el señor Desigualdad o la Señor-ita.
Después, contamos el cuento, saboreando cada palabra y cada ilustración, y favoreciendo la comprensión a la vez que el entusiasmo. La empatía del grupo-clase con las niñas protagonistas de esta historia fue decisiva desde el primer momento, extrapolándose en sus cabecitas las situaciones que el cuento plantea, a situaciones cotidianas que vivimos todos los días.
Por último, como trabajo individual, escribimos en un folio frases que nos ayuden a derrotar a estos bandidos cuando se empeñen en no dejarnos volar... ¡Ahora solo nos queda elegir algunas de esas frases para terminar nuestro cartel "apabullando" a los malos malísimos!
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