miércoles, 23 de noviembre de 2016

Visita de Alberto

El martes 15 de noviembre, vivimos una maravillosa experiencia en el colegio. Tal vez sea la jornada más especial que hayamos compartido en clase, y sin duda, los recuerdos de aquel día, quedan guardados en nuestra memoria con la delicadeza que despierta la más deliciosa caricia. Y es que, tener a Alberto y a su familia con nosotros en clase, fue un abrazo de amor, un regalo de confianza, un suspiro de admiración, y un acto de valentía. Alberto fue el protagonista de una mañana de ensueño que no dejamos de recordar con una enorme sonrisa. Algunos profes pudieron compartir algunos de estos momentos con nosotros, ¡lo cual nos alegró aún más!

¡Apenas noventa minutos tuvimos para dar respuesta a su repentina visita! La seño lo sabía desde la tarde de antes, por lo que planificó ese tiempo para que entre emociones y entusiasmo sin límites, pudiéramos crear un bonito y enorme mensaje de amor con el que transmitir a Alberto todo nuestro cariño. ¡Y así lo hicimos! ¡Letras de colores que reflejaban el arco iris de nuestro espíritu ante tal acontecimiento, acompañadas de una mágica música de amor para que cada sonido de nuestros labios se convirtiera en beso en los oídos atentos de Alberto! Gracias a la seño Mariola, tenemos una pequeña pincelada de la emotiva entrada de Alberto a nuestra clase que podremos volver a ver en el vídeo que acompaña a esta entrada más adelante.

¡Sin duda que Alberto tenía muchísimas ganas de contar su experiencia junto a sus papás y hermano, así como de contestar a todas las preguntas que deseaba que le hiciéramos sobre los días que había estado lejos! Pero primero, nosotros teníamos un par de regalos especiales para él. ¡Uno de ellos había estado a punto de llegarle por correo a casa! Pero aprovechando su visita, ¿no era mucho mejor dárselo en mano? ¡Así pudo leer para todos el texto de una "postal gigante" diseñada especialmente para él!


También, y aprovechando el día de su santo, leímos un poema que la seño escribió sobre su nombre basándose en las maravillosas sensaciones que a todos nos produce Alberto y su amistad. ¡Sin duda que le encantó! ¡No hay más que comprobarlo en ese otro fragmento de vídeo que, una vez más, la seño Mariola tuvo la genial idea de grabar para que hoy podamos volver a verlo!


Después de estos emocionantes regalos de cariño, Alberto, en un acto de madurez, de amistad sin límites, de confianza hacia nosotros, de valentía, y de amor incondicional, nos contó su historia y nos abrió su corazón, dando un lugar importante a todas nuestras inquietudes y reflexiones. Tal vez nos diera la lección más importante de todas las que hemos aprendido en el cole, y por ello, le estamos enormemente agradecidos. Nos sentimos tan queridos, que no pudimos dejar de abrazarlo ni un segundo en esa distancia que rellenábamos con cálido amor.



Y de repente el día... ¡aún podía ser más dulce! ¡Nuestro querido Alberto traía unas chuches para nosotros! ¡Y la magia seguía presente en un chocolate que evocaba el nombre más especial del mundo! ¡Casi que podíamos leer Alberto en su envoltorio!


Con la mayor alegría del mundo por su visita al cole, y con nuestro espíritu rebosante de amor, llegó la hora de decirle hasta pronto a Alberto.... ¡No sin antes hacernos una bonita foto de despedida!


¡Ya queda menos para tenerlo entre nosotros! Mientras tanto, continúa la aventura... ¡Una aventura que sabe más bonita con Alberto siempre presente en nuestra clase... y en nuestros corazones!



¡Te queremos, Alberto!

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